lunes, 1 de noviembre de 2010

La mudanza de la pulga. Rolando Castellanos López

LA MUDANZA DE LA PULGA Rolando Castellanos López, ejercicio
(Año 2012 carretera. Dos pulgas viajan en un camión de carga, una en un extremo y la otra en otro, solo se han mirado de reojo, pero todavía no han mediado palabra. En la parte de delante, el conductor mientras conduce escucha música en la radio, es RADIO OLÉ. Suena la versión de Lolita, la hija de Lola Flores de la canción “Ay pena, penita pena”. A mediados de la canción la pulga Rocío grita y se lamenta)
Música radio: Ay pena, penita pena, pena, ay pena de mi corazoooón, Ay que me corre por la venas, venas ay con la fuerza de un cicloooón.
Pulga Martirio: Ay, ay qué razón tienes Lolita, y también tu difunta madre que en gloria este. Y tanto que me corre por las venas. Ahora mismo no me corre nada, estoy muerta de hambre. Ay Dios mío ¿qué será de mi? Ayyyyyyy, Ayyyyyyyyyyyy.
(La otra pulga que, al principio intentaba ignorarla, por fin le pregunta)
Pulga Rocío: ¿Qué te pasa mujer, qué te duele?
Pulga Martirio: Es esa canción que no puedo aguantarla.
Rocío: ¿Pero qué te pasa con la canción?, Si es muy bonita…y…
Martirio: Pero me mata, ¿no lo entiendes?, ¡me mata!
Rocío: ¿Cómo te puede matar una canción?
Martirio: Me recuerda lo que estoy pasando, lo desdichada que soy, y la pena, la penita que tengo!
Rocío: Pero si solo es una canción.
Martirio: Ay, qué bien se ve que no sabes lo que sufro.
Rocío: ¿Y de qué se trata mujer?, Acaba de contármelo, me tienes ya nerviosa
Martirio: Ayyyyyy,ayyyyyyyyyyy.
Rocío: Dímelo guapa, desahógate, verás que te sentirás mejor. Mira yo puedo ser tu amiga, me llamo Rocío. ¿Qué dices?
Martirio: (Llorosa), Y yo… yo Martirio.
Rocío: Venga cuéntame, confía en mi
Martirio: Yo soy catalana, no me mires así, ya…ya sé que no se me nota, pero es que de pequeñita mis padres que eran malagueños emigraron allá, y desde entonces siempre he vivido allí. ¿Me entiendes?
Rocío: Sí, te entiendo ¿Y qué problema hay?
Martirio: Pues que vivimos siempre en una granja de toros de lidia, siempre hemos vivido felices y bien alimentadas, que de eso se trata.
Rocío: ¿Y qué pasó?
Martirio: Pasó que como prohibieron los toros en Cataluña, las granjas de crianza fueron cerradas, y han trasladado a los pocos toros que quedaron. Y ahora me veo obligada a emigrar a Andalucía para poder vivir.
Rocío: ¿Y por qué tienes que emigrar, mujer, acaso no hay vacas, perros, gatos y de cuanto Dios crió para vivir?
Martirio: ¿Cómo puedes decir eso, crees que es lo mismo vivir en un toro de Lidia que en una vulgar vaca?, Ni se te ocurra, estoy adaptada a vivir en buenos establos, con buena climatización y chupando sangre de animal bien alimentado, y como comprenderás por una panda de nacionalistas me veo tirada en la carretera y sin futuro, igual que un vulgar negro que ha venido en patera.
Rocío: ¿Pero cómo puedes decir eso, no sabes que han tenido que prohibir los toros porque es un problema de maltrato animal?
Martirio: Venga no me jodas tu también con esas gilipolleces, ¿O es que me quieres hacer creer que los cerdos y las vacas que se comen esos jodidos nacionalistas no sufren. Claro cuando están disfrutando del chuletón eso es imposible de pensar.
Rocío: No es lo mismo, el proble…
Martirio: No me vas a convencer, seguro que eres de los de Zapatero, porque catalana no eres.
Rocío: No, soy vasca
Martirio: Peor aún, vosotros solo sabéis tirar para sí, entre los vascos, los catalanes, el bloque nacionalista gallego, quieren convertir a España de una piel de toro en una de cabra. ¡Qué manía de querer ser libres! ¿Pero quién cojones les esclaviza, por Dios?
Rocío: Martirio, aunque te moleste las corridas de toros son una aberración, mira que torturar a un animal hasta darle muerte por simple divertimento. Hay muchas cosas que se pueden hacer para divertirse sin tener que ensañarse con animal indefenso.
Martirio: ¿Y qué propones tu maja, que me vaya a los correbous?, porque esos sí que no los prohíben, (irónica).Claro, como dejar ciego a un toro quemando sus ojos no es crueldad.
Rocío: Los correbous también se abolirán, tenía que darse el primer paso.
Martirio: Ya, ya, y tenía que ser en Cataluña. Mira la que no entiendes eres tú. Los toros son una fiesta popular, y pertenecen a una tradición muy arraigada en los españoles. Son parte de su idiosincrasia y tendrían que ser patrimonio nacional. Los han prohibido por problemas políticos.
Rocío: Mira, aunque te opongas tú y los taurinos, llegará el día en que en España se acabarán las corridas de toros, porque no aportan nada, solo sufrimiento animal cualquiera que tenga un poco de conciencia y raciocinio sabe que es así.
Martirio: ¿Qué no aportan nada, y la cantidad de gente que vive de ellos, no importan, sabes todo lo que ha aportado el toreo a la cultura española?. No, eso como no te importa no lo sabes. Para empezar, ¿de dónde hubieran sacado los compositores de coplas sus letras?, no existiría ni la Pantoja, ni hubiera existido la Jurado, ni la Juanita Reina. Es más ni la virgen de la Macarena tuviera esas esmeraldas enormes que la hacen tan famosa después que se las regalara el torero José “El Gallo”, y por consiguiente la canción Macarena de los del Río tampoco hubiera sido compuesta, ¿la recuerdas?, esa que dice dale a tu cuerpo alegría Macarena que… (La pulga saca de repente una peineta y una mantilla, y se arranca a bailar)Macarena tiene un novio que se llama que se llama de apellido Vitorino
Rocío: Si, si, si ya se cual es, pero por favor calla y no saque las cosas de contexto. ¿Sabes lo que creo que a ti solo te interesa seguir chupando sangre, y lo demás te da igual.
Martirio: Mira, indirectamente los toros tienen muchas cosas buenas lo de la Macarena no es ninguna tontería, nos hizo famosos en el mundo entero, hasta Clinton la bailó, que lo sepas.
(De repente el camión disminuye su marcha, para aparcar en un bar de carretera, La pulga Rocío se acerca al borde y se dirige a Martirio)
Rocío: ¿No te bajas?
Martirio: ¿Para qué?
Rocío: No sé tú, pero tengo hambre.
Martirio: ¿Y qué vas a comer? Yo ya sabes que no como cualquier cosa
Rocío: He visto cuatro perros tumbados, me voy a por mí almuerzo.
Martirio: Pues que aproveche
Rocío: No seas terca mujer, te vas a morir de hambre hasta que encuentres uno de esos toros, anda ven.
Martirio: Ya te dije que ni muerta.
(Pasadas una media hora, sale el conductor del bar y se dispone a arrancar, la pulga Martirio que se da cuenta, le grita a Rocío)
Martirio: ¡Rocío!, ¡Rocío!, date prisa que nos vamos
(Rocío salta como puede, y cae en el borde del camión está a punto de escurrirse, y Martirio intenta ayudarla)
Martirio: Sujétate de mi
Rocío: Eso hago, pero no puedo
Martirio: Si puedes, ¡Venga!
Rocío: No puedo, ¡No puedo sigue sola, me caigoooooooooooooo!
(Martirio queda sola llorando desesperada, el conductor lleva el camión a toda velocidad y con la radio puesta a todo volumen, Martirio se calma al escuchar la canción y recuerda en voz alta)
Música radio: Pajaritos traigo aquí…
Martirio: (Evocando), Ay que recuerdos me trae esa canción, los cuentos que me hacía mi madre del toro Pajarito del que se alimentó y vivió como una reina mi tía Lucha la mexicana. Su felicidad acabó cuando el toro le dio por saltar la valla y fue sacrificado, fue el primero que lo hizo, desde entonces se instalaron las medidas de seguridad que aún se utilizan. Qué desgracia, y mi destino parece que no será mejor que el de la tía Lucha.
(El camión se detiene, el conductor revisa los neumáticos buscando el pinchazo que cree tener la rueda, intenta cambiarla, pero no tiene las herramientas necesarias,)
Martirio: Ay qué será de mi, para colmo de males este no puede cambiar la rueda, no debí salir de Cataluña y conformarme con perros y gatos como Rocío. ¡Qué vanidosa he sido y encima perdí a una amiga!
(Pasadas 2 horas pasa una furgoneta que para, para ayudar al chofer del camión, de repente alguien llama a Martirio, es Rocío)
Rocío: ¡Martirio!, ¡Martirio!
(Se abrazan)
Martirio: ¡Oh! Gracias a Dios que estas viva, ¿cómo has llegado hasta aquí?
Rocío: Nada mujer, muy fácil, la furgoneta paró para que el hombre que la conduce meara y me monté, sabía que te encontraría.
Martirio: ¿No me guardas rencor?
Rocío: ¿Por qué he de hacerlo, mujer?,
Martirio: Por lo dura que fui contigo
Rocío: No pasa nada hija, podemos discrepar y no estar de acuerdo en muchas cosas, pero también podemos ser amigas y llevarnos bien, ¿no crees?
Martirio: Que buena eres, pienso que deberíamos seguir juntas siempre ¿qué piensas?
Rocío: Que me encantaría
Martirio: (Mirando a los lejos). ¿Ves aquello?
Rocío: ¿Qué, el rebaño de cabras?
Martirio: Si
Rocío: Si las veo ¿y?
Martirio: ¿Quieres que nos vayamos con ellas a vivir?
Rocío: Encantada.
(Las dos pulgas saltan cogidas de la mano y se acercan poco a poco al rebaño, mientras cantan la Macarena)

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