Petición de trabajo
Poesía de encargo es artefacto
El constructor de artefactos puede producir muchos
(sin buscarse más fatiga que la del trabajo manual).
El motivo puede ser, a veces, irónico:
El artefacto lo es siempre.
Pasaron los tiempos en que, voraz economizador,
Lo gastaba todo, invirtiendo mi dinero (mucho,
porque era mi semen y yo siempre estaba en erección)
en la compra de terrenos de bajísimo valor
que se revalorizarían de allí a dos o tres siglos.
Era ptolemaico (como todo muchacho)
y contaba la eternidad, precisamente, en siglos.
Consideraba la tierra como el centro del mundo;
la poesía el centro de la tierra.
Todo era bello y lógico.
Y, además, ¿qué motivos tenía para no creer
que todos los hombres no fueran como yo?
Luego, en cambio, todos resultaron ser mejores que yo;
y yo resulté ser, más bien, hombre de raza inferior.
Devolví el cumplido
y supe que ya no quería escribir poesías. Pero ahora,
ahora que la vocación está vacante
-pero no la vida, no la vida-
ahora quela inspiración, si llega, versos no produce,
os lo ruego, sabed que aquí estoy dispuesto
a suministrar poesías de encargo: artefactos. (1)
(1) Incluso explosivos.
P.P.Pasolini
Referencia del libro: Pasolini, Pier Paolo: TRANSHUMANAR Y ORGANIZAR. Traducción de Ángel Sánchez-Gijón. Colección Visor de Poesía. Visor. Madrid. 1981.
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